Destripando un chiste
(Uno de ¿locos?)
La lectura de Pla fa
somriure molt sovint, això és cert;
però caldria discernir
qué és el que ens fa somriure i per què.
Joan Fuster en el
prologo a El Cuadern Gris de Josep Pla.
Este es un chiste que aunque está ambientado en un manicomio
y el prota es un loco, es una invitación a reflexionar sobre lo que es la
normalidad. Y donde se refleja lo pronto que se asimila la normalidad aunque
sea lo menos normal que exista.
Porque es un hecho que la normalidad es una convención. Y
las convenciones hacen rebaño. Y en el rebaño uno se siente protegido.
Aunque morir te vas a morir igual. Y solo, quizás, te puedas
llegar a sentir más dentro de él, que fuera.
El chiste dice que en una visita de inspección a un
manicomio, el médico se encuentra a un loco con la oreja pegada a la pared.
El médico se acerca y le dice,
-Hola, ¿Qué está haciendo?
A lo que el loco le indica que se acerqué y adopte su misma
postura.
El médico lo hace y al cabo de unos segundos, dirige la
mirada hacia él y le pregunta,
-¿Qué pasa?
El loco le contesta,
-¿Oye usted algo?
-No- dice el médico.
-Pues así todo el día- remata el loco.
Y todo el mundo se ríe. Todos nos reímos. Pero, ¿De qué?
¿De que el loco esté todo el día con la oreja puesta en la
pared, esperando oir algo al otro lado?
¿De que el loco le ha puesto una trampa al médico y hace de
agraviado agraviador, burlándose de él?
¿De que no se oiga nada cuando todo el mundo al oir el
chiste espera que el médico oiga algo interesante?
¿Es un chiste que se burla del loco por su comportamiento
anormal? Pues nadie le diría a nadie que se pusiese a escuchar tras una pared
en la que no se oye nada.
¿O es un chiste que advierte que la locura y la normalidad
tienen un lugar muy impreciso?
¿De qué ha de extrañarse uno más, de que tras una pared se
oigan ruidos o de que no se oigan?
El mensaje del chiste es muy impreciso peor todos se ríen.
Todos nos reímos.
Si, tras las risas, preguntáramos a los oyentes por las
razones de su risa, no sería raro que muy pocos pudieran explicarlo.
¿Entonces?
¿Le habla el chiste a nuestro subconsciente?
¿El chiste tiene dos mensajes, uno discreto, evaluable,
oral, que se transmite, y otro intencional, travieso, difícil de precisar, peor
que en nuestro interior es entendible?
La normalidad.
La norma hubiera sido que al poner su oreja, el médico
hubiera oído alguna conversación misteriosa, ruidos de difícil identificación,
una riña violenta con amenazas graves, una música misteriosa… etc., etc. ¿Pero
el silencio?
¿Por qué el silencio no?
¿Por qué el silencio no es normal? Y si no es normal, ¿Por
qué causa risa que al loco le extrañe?
¿No es normal o no es interesante?
¿Está el loco, loco por esa actitud? ¿Por extrañarse de que
haya silencio tras una pared?
¿No nos extrañaría a todos, si tuviésemos paciencia, el
escuchar silencio tras una pared durante todo el día? ¿Qué está pasando al otro
lado?
En realidad, ante ese hecho, el loco no está loco. Es
diferente.
Es fácil imaginarse la situación tras su contestación.
Todos riéndose, menos él, que permanece serio y sorprendido
por tanta risa.
¿De qué se ríen estos?
No de qué se ríen, sino ¿Para qué se ríen estos?
¿Para no ser tomados por locos?
Hay que elegir constantemente el bando. En la vida todo
funciona así.
¿Los que oímos el chiste nos reímos por los mismos motivos,
sin saberlo conscientemente?
¿Actuamos en la vida, a cada momento, en cada instante,
opcionando para no ser tomados por “loco”?
¿Nos reímos en el chiste de nosotros mismos para no echarnos
a llorar?
Si a alguien le da por argumentar que es una tontería, de
locos, vamos, estar con la oreja pegada a una pared todo el día sin oír nada,
habría que pensar en el pescador que “tira” la caña durante horas sin ningún
resultado. O en aquel que piensa que un día sí va a conseguir el ascenso y se
“tira” toda la vida madrugando, aguantando carros y carretas... toda una vida.
¿Aquel?
No sé. Lamento haber fastidiado el chiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario