lunes, 25 de mayo de 2015

Escritura automá[crí]tica IV




Hoy hay gente que ama la palabra república porque odia la monarquía.  Sin saber lo lejos que está de los valores republicanos…los que deben ser los valores republicanos.
Ahora bien, ¿Es esto una escritura automá[crí]tica? No lo sé. Va saliendo.
Pero he de decir que si es agua es agua, si es arena es arena, si es fuego es fuego y si es viento es viento. Nada de mestizaje.
Allí donde no hay mestizaje está la esencia. Pero, ¿A quién le interesa la esencia?
Esencia. Ese aburrido material primigenio del que todos estamos compuestos y que ya vemos que no nos ha llevado a nada. Por eso somos cúmulos de esencias.
Hoy en día se construyen artefactos tecnológicos que han hecho otros artefactos tecnológicos, y a éstos, otros,  y así. Hasta llegar a la cerilla. Así nosotros.
¿Quién nos conoce a nosotros?
Nosotros, que cada vez sabemos más y cada vez lo que sabemos lo utilizamos peor.
Y parece, entre tanta traición, que la vida, que al fin y al cabo sigue adelante se pone del lado de lo peor……nos consolamos al ver a un niño reír en un lodazal de mierda y pobreza, como homenaje a la vida…..cuando en realidad a quién le importa…es escenificación solamente….de alguna manera tiene que hacerse visible…ya se sabe…esas formas y colores que salen a la luz porque no son absorbidas por el material que las vomita…¿por dónde andaba?....sí…..porque desengañémonos, lo peor es siempre lo que sobrevive.
Nadie lo dice, pero todos estamos atentos, nadie pierde detalle.
Son paparruchas eso de que los hombres hemos eliminado la selección natural. Todo y nada, siendo lo natural una cabronada. Pero una cabronada impensada. Lo cual ante un juez alivia el crimen. Eliminada la cabronada, la selección continúa. Lo que hemos eliminado es lo “natural”. Nuestro “acierto” es que eliminando lo “natural” ha brotado lo peor. La selección peor.
Hoy sobrevive lo peor.
¿Por qué?
Fácil. Porque lo peor es lo que mejor se nos da.
Si tenemos en cuenta que la célula no inventó la imprenta ni las disciplinas escolares ni nada y que es difícil llegar a acuerdos importantes se deduce que  si todos queremos lo mismo, y lo queremos, el más Hijoputa tendrá más. Sobrevivirá y dejará una descendencia que exponencialmente irá esparciendo hijoputez por el mundo. La bondad y la santidad……errores en la planificación….no sabemos cómo pudo pasar…..la falsa devoción, una fiesta de simulación……por debajo sigue latiendo lo peor. No nombrar a Francisco de Asís, ni a Teresa de Calcuta. Prohibido. Es una burla. Los santos se llaman Hitler, Atila, Stalin, Franco…..verdaderos santos. Sacrificaron su vida para mostrarnos lo que somos. Pudiendo haber tenido una vida cómoda, fueron cabrones y malos hasta el la extenuación, venga a matar, venga a madrugar….sólo para que viéramos cómo somos. Gracias, santos.
Esta escritura automática IV va dedicada a lo mejor. Para variar. Je, Je, Je……Sobreviviente quien lo escribe y sobreviviente quien lo lee.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Escritura Automá[cri]tica III




A Robert Walser

Aún así, sin nada, o rebosando de todo, en un extremo o en el otro, todo sigue sucediendo. Al margen de nosotros. Los días de primavera, los días de invierno, el corazón de otoño, el corazón de verano. Parecen dos tiempos, pero no es así, soberbio ser. Sólo hay un tiempo, lo otro es plegarse, ir debajo del tiburón, rémora siempre temblando por lo azaroso que habrá para comer, lo que sobra. ¿Vives de lo que sobra?
 Sobrar. No sobra nada. Ese concepto no es contemplable. Nada sobra, nada falta. La vida mínima late por otras cosas. Seguramente la contestación más adecuada sea, late por latir. No parar. ¿Destino?
Sobras. Destino. ¿Cuántas palabras hemos inventado para darle consistencia a nuestro universo? ¿Consistencia? ¿No será otra cosa? ¿No hizo el hombre a Dios a su imagen y……
La vida cotidiana, por un momento se ha inmiscuido pero nada se ha paralizado, todo sigue latiendo……..decía que la vida cotidiana ha hecho a Dios a su imagen y semejanza…… ¿No habrá pasado también que las palabras esperaban e hicieron a la inteligencia? ¿A la conciencia?
¡Qué importa que todo tenga nombre!
Dices, nombro y creo. Mentira. Nombras y te apropias o te parece que te apropias. Un juego de seducción que la vida practica con nosotros.
Vinimos al baile saliendo de entre un par de piernas inconscientes porque las piernas no piensan y los vecinos menos. Luego hay que amar y es una imposición. Porque, ¿Y si es tú? ¿Y si eso eres tú? Pero no es más que una melodía de seducción.
Tú, fíjate lo que te digo, no eres ni tú. ¿Cuándo tú eres tú? Y llega el chiste: Cuando duermes. Chiste no, tragedia.
Si tú eres tú cuando duermes, ¿Quién eres en la vigilia? ¿Quién te visita en la vigilia, Robert? ¿Quién te abandonó en pleno paseo por la nieve que te quedaste allí tirado, siendo más tú que nunca pero ya sin ti? ¿Quién?
Robert, te nombro, pero hablaba de nosotros. Os amo y no. Os huelo y estoy en casa a veces. Pero otras no me acuerdo del paisaje llamado lunar. Todo es válido para no poder expresar nada. Para ni tan siquiera, estoy seguro, acercarnos a la verdad de todo esto. La verdad. Otra palabra que nombro. Otra. Y van.

domingo, 3 de mayo de 2015

Escritura Automá[cri]tica II



La boca, por ejemplo. Todos creemos que tenemos una sola boca y un solo culo. Pero la falsedad de esta creencia muestra el desconocimiento de nosotros mismos que tenemos. He dicho un solo culo, que evidentemente tenemos sólo uno cada uno, cuando quería decir un ano. Una boca y un ano.
¡Qué falsedad!
Ingieres algo por la boca que crees es única y, ¿Qué pasa? ¿Qué crees que pasa dentro de tu cuerpo?
¿Cuántos organismos, mecanismos orgánicos, bacterias abren sus fauces para recibir lo que acabas de tragar?
Son boquitas pintadas, ahora mismo me detengo porque no me acuerdo del nombre del autor y lo cierto es que lo tengo en la punta de la lengua. Ahora, Puig, Manuel Puig, me parece. No lo consultaré en Internet. Me arriesgaré.
Por no hablar de las bocas virtuales que a través de los sentidos van haciendo lo suyo. Esto lo añado al releer, también de forma auto[má]crítica, porque me parece que era necesario.
De todas las maneras, y ahora me acuerdo de que quizás los microescritos de Robert Walser también eran algo así como esto. Por su frescura, intrascendencia y salvaje sinceridad. De todas maneras decía, haya acertado o no, sea éste el nombre o no, mire o no en Internet la realidad es inamovible y mi estado memorístico igual. La dureza  de lo que transcurre supera cualquier nivel de dureza que podamos imaginar. Otra vez añado.
Todo lo que no sea viajar en el tiempo es ser presa del tiempo. Escribo esta frase última y me suena bien, al margen de su verdad o de su mentira.
El inútil acto de mirarse al espejo es como mantener engañado a alguien. Es pura, ya nada más, y nada más, que piel. La “a” que se ha colado ha añadido su granito de arena. Y todo es así. Perentoriamente así.
Andábamos con las miles de bocas que tenemos. Algo que si ya has aceptado te servirá para aceptar también de manera más tranquila y serena el hecho de los miles de anos que también somos.
Ingerimos y deglutimos alimentos de todo tipo incansablemente, con los obreros- boca trabajando a destajo y a la vez. Defecamos restos incansablemente con los obreros- ano trabajando también a destajo. A todos, obreros al fin, les va la vida en ello.
También eso somos los seres humanos. Conviene no olvidarlo.
Por si alguien quiere saber algo al respecto.
Esto es otra vez un intento de explicar algo absolutamente fallido. Absolutamente fallido el intento, no el algo. Algo, esto de intentar explicar cosas, que al hombre siempre, no sé por qué, le ha parecido necesario. Cuándo la verdad es que si llegamos a preguntarnos no tengo muy claro que en la mayoría de las veces la respuesta no sea intrascendente.
No quería decirlo pero no me voy tranquilo sin añadirlo. A mí me llama mucho la atención que en las grandes aglomeraciones de gente hayamos sido tan eficientes a la hora de esconder todo lo que molesta, que ruja debajo de nosotros aquello que de pequeños mostramos ufanos.
Y como más que lucir y más que eludir hacemos ambas cosas, eluzco.
Estos más o menos son los ingredientes de este plato. Ahora  cojamos al azar lo que queramos. Mezclemos y veamos lo que ha salido:

"""releer, también de forma auto[má]crítica, porque me parece que era necesario.
De todas las maneras, y ahora me acuerdo de que quizás los microescritos de Robert Walser también eran algo así como esto. Por su frescura……. A todos, obreros al fin, les va la vida en ello. También eso somos los seres humanos. Conviene no olvidarlo... voy tranquilo sin añadirlo. A mí me llama mucho la atención que en las grandes aglomeraciones de gente hayamos sido tan eficientes a la hora de esconder todo lo que molesta, que ruja debajo de nosotros…  creencia muestra el desconocimiento de nosotros mismos que tenemos. He dicho un solo culo, que evidentemente tenemos sólo uno cada uno, cuando quería decir un ano. Una boca y un ano"""""".

Servir a gusto. A la hora de acompañarlo, casi siempre el alcohol va bien y las drogas, sea cual sea  la graduación de ambas. O nada, o el agua. Para ahogarse al final, qué más da.
Buen provecho.